REALIDADES Y PROSPECTIVA DE LA GEOGRAFÍA CON UNA VISIÓN HUMANISTA

Por: Dr. Agustín Olmos Cruz,
Trabajo de Ingreso a la Sociedad Mexicana
de Geografía y Estadística del Estado de  México.

A través de los años la Geografía, se ha ido configurando como una disciplina científica y dinámica, que socializa a sus miembros en una tradición que se ha mostrado fructífera, por los valiosos estudios sobre las diversas interrelaciones de los fenómenos físicos y humanos, que se generan sobre un espacio.

Estudios que muestran la relación entre el espacio y el hombre, el cual proporciona los elementos necesarios para habitar un lugar y ser referencia de las tradiciones, creencias y hábitos que se conjugan como aspectos culturales, que le da la singularidad e identidad a un entorno.

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El estudio de los grupos humanos en la naturaleza se aprecia cuando se observa como aprenden a sacar provecho de él, garantizando la satisfacción de sus necesidades básicas como es el alimento, el vestido, el abrigo transformando el medio que habitan y convirtiéndose en poblaciones de rápido crecimiento.

Crecimiento que replantea, periódicamente, buscar el equilibrio grupos/naturaleza, para evitar las amenazas de sobreexplotación. La solución tan sólo puede llegar a través de la invención de nuevas formas de satisfacer las necesidades del medio, por ello la emigración de excedentes de población, o del desarrollo de intercambio de productos con zonas, donde las recolecciones tienen excedentes, es una de las múltiples formas de atender esta problemática.

Satisfacer las necesidades de un grupo de población, implica conocer los recursos naturales que contiene un territorio, con la finalidad tomarlos, transformarlos y obtener el mayor provecho, por ello es importante su conocimiento, saber que existe, como se distribuye, si es temporal o permanente y sobre todo conocer su utilidad, lo cual se torna como una necesidad vital, para el desarrollo económico y social y cultural de un pueblo, por la convivencia que se genera.

La cultura es un parámetro que permite medir en cierto modo el nivel económico y desarrollo personal de cada sujeto que vive en sociedad, entendiendo que el habitar un lugar y el aprovechamiento de los recursos naturales, da lugar a generar un sentido de pertenencia produciendo ligas como los sentimientos, que se construyen, a partir de las representaciones transmitidas y adquiridas a través de la conjugación del relieve, el clima y la altitud, que son los referentes básicos para conformar la identidad.

Lo cierto es que se vive un presente donde todo es dinámico y complejo por la rapidez y violencia como los sucesos se entrecruzan diariamente y donde han acontecido circunstancias calificadas de verdadera convulsión histórica que se pueden ejemplificar con la desaparición de la Unión Soviética, el derrumbe del muro de Berlín, la fragmentación de Yugoslavia, la trasformación de Irak, la inestabilidad política del Medio Oriente por mencionar algunos, que han sucedió en tiempos muy cortos por lo que la velocidad de trasformación, es la característica de nuestro tiempo, es decir es una época revolucionaria.

Es por ello que la situación actual de la Geografía, plantea generar un cambio de paradigma para realizar estudios, ya no basta describir, analizar y explicar sino ahora hay que plantear nuevas formas de organizar el espacio, que ayuden a resolver las nuevas problemáticas, con metodologías innovadoras que den la certeza de la atención, por ello ordenación del territorio, la nueva gobernanza son ejemplo de ello, que empodera a la ciencia y la vuelve útil al atender ahora el riesgo, el peligro y la vulnerabilidad, lo que se constituye como el paradigma de la Geografía de la supervivencia, que se desarrolla con el apoyo cada vez más creciente de la tecnología.

Tecnología que se utiliza a través de múltiples plataformas, que han surgido en la última década para cartografiar el espacio geográfico, lo cual la hace atractiva, útil, llamativa y aplicable a casi todas las actividades del ser humano que vive en sociedad.

Ahora se obtienen datos con mucha mayor rapidez, no es necesario asistir al territorio, olerlo y palparlo, la web proporciona la información que antes había que investigar, se construyen mapas, masificando su producción por la diversidad de temáticas, siguiendo el esquema de la llamada revolución tecnológica, sin embargo la esencia de la ciencia geográfica sigue presente y radica en sus saberes.

Saberes que ayudan al individuo a tomar conciencia sobre su ubicación espacio-temporal, de su entorno permitiéndole percibir que está sujeto a cambios y que pueda establecer la diferencia entre un momento y otro, proporcionándole un conocimiento teórico-práctico de los diferentes lugares.

Los saberes, que son habilidades humanas, que se adquieren y se desarrollan con la experiencia cotidiana de habitar un lugar y la posibilidad de conocer otros, producto de los desplazamientos o de las testimoniales, que orientan sobre las formas actuales y “más convenientes” de aprovechar los recursos y sobre la utilización de los espacios; por tanto, es un saber estratégico que permite actuar con intencionalidad pero también con responsabilidad sobre el entornos.

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