El 3 de julio del 2018.
Tras un descanso de
un par de semanas, retomo el tema del Tesoro del Vita en el Nevado de Toluca
donde los primeros indicios de su procedencia fue el hallazgo de varias cajas
metálicas con la marca Montepío de Madrid, en la laguna de la Luna, mismas que
de inmediato se identificaron con el desaparecido tesoro que transportaba el
yate español “El Vita”.
Como recordarán mis lectores y
amigos, el Vita y su tesoro debió haber llegado a México a finales de marzo de
1939 pero oficialmente nunca entró al puerto de Veracruz, donde le esperaba
Indalecio Prieto desde un par de semanas antes.
El retraso de la nave se debió
a que realizó una escala en La Habana donde dejo 10 de los 120 contenedores
(maletas se les llama en la guía de carga consignada en El Havre) que
transportaban el tesoro de la república española en el exilio. Curiosamente los
cuatro claveros (guardias carabineros) que custodiaban el tesoro de El
Vita retornaron de México a La Habana,
más al descender del avión en La Habana fueron acribillados a balazos por un
grupo de “Incontrolados” cuya procedencia jamás se investigó.
Sabido es que el Coronel José
Manuel Núñez, Jefe de Ayudantes de la Presidencia abordó el navío pistola en mano y lo condujo
hasta el muelle de la Zona Militar de Tampico que en aquel entonces estaba a
cargo del General Manuel Ávila Camacho.
Desembarcado el tesoro en
Tampico se transportó en varios furgones de ferrocarril junto con tripulantes y
pasajeros a la Ciudad de México donde el Coronel Núñez y los generales Manuel y
Maximino Ávila Camacho se entrevistan con Lázaro Cárdenas y de esa reunión sale
la decisión de que fuera el General
Manuel Ávila Camacho primero Secretario de la Defensa y posteriormente el
candidato del Partido de la Revolución Mexicana a la presidencia de la
República.
Tomado este acuerdo el monto
del tesoro sería repartido entre Cárdenas, los Ávila Camacho,
Ignacio García Téllez, entonces Secretario de Gobernación, el Gral. Rafael
Pedrajo* quién supliría a Ávila Camacho en la SEDENA, Isidro Fabela, fundador
del grupo Atlacomulco y representante diplomático de México en la España
republicana, Vicente Lombardo
Toledano Secretario General de la CTM,
quienes enterados del asunto decidieron que el convoy militar con su contenido
se trasladase a la casa propiedad de Maximino
Ávila Camacho en San Ángel Inn, donde sería desmontado, quedando a
resguardo de Isidro Fabela en su casa “El Risco” de San Ángel el comportado por
las obras pictóricas y esculturas pertenecientes a España y entre los cuales se
encontraba también el Clavo de Cristo, sustraído por los republicanos del
Palacio de El Escorial.
Acorde a este plan se procedió
a desmontar las joyas incrustadas en diversos objetos más la desafortunada
explosión de un tanque de acetileno dio píe a la prensa para señalar que algo
raro estaba sucediendo en la misteriosa casa resguardada por el ejército en san
Ángel Inn.
Ante el acoso de la prensa
Maximino Ávila Camacho tuvo la ocurrencia de transportar el tesoro al Nevado de
Toluca, mismo que tres años antes había sido declarado Parque Nacional por
Lázaro Cárdenas, y bajo el pretexto de su cuidado y conservación, el ejército
cercó el acceso a las lagunas del Sol y de la Luna en donde se efectuó el
desmonte de las piezas valiosas y el oro de bajo quilate fue fundido en un
crisol habilitando para ello una habitación resguardada por centinelas armados
cuya cimentación aún puede observarse en las cercanías de la laguna de La Luna.
Actualmente se sabe que ese
barco transportaba los recursos destinados a asegurar el asentamiento de los
refugiados españoles en México y los valores que transportaba garantizaban, con creces el compromiso adquirido por Lázaro Cárdenas de que aquellas personas que estaban
llegando a México no serían una carga para el estado.
Fue así que el 27 de julio de
1939 se reunió en París la Diputación Permanente de las Cortes Republicanas y a propuesta del
socialista español Indalecio Prieto se
acordó otorgar el control de los recursos financieros de la República,
como lo eran las cuentas bancarias abiertas en bancos extranjeros y el tesoro
del Vita que se trasladaría a México a
dicha Diputación presidida por Prieto.
Para administrarlos se creó en
dicha reunión la Junta de Asistencia a los Republicanos Españoles (JARE),
controlada por Prieto, y que se convertiría en el principal instrumento de la
influencia de Prieto sobre los exiliados españoles.
Aun cuando oficialmente se
señaló que Indalecio Prieto había tomado
posesión del tesoro del Vita desde su llegado a México, la realidad fue otra
muy distinta y para acallar las potenciales voces de protesta, el gobierno de
Cárdenas procedió a otorgar todas las facilidades posibles a los refugiados
españoles, bien sea colocándoles en puestos de importancia burocrática, o
financiando diversas industrias como Industrias Carrancedo, Elías Pando, Techo
Eterno Eureka, o bien creando instituciones académicas como el Colegio de
México u organismos bursátiles como la Financiera Nacional Agrícola **. .
Nevado de Toluca, visto desde el planicie del valle de Toluca. Fuente: mexicodesconocido.com.mx |
Como es de suponerse, tanto a
los generales como a los políticos de esa época lo único que les interesaba era
el oro amonedado y los papeles financieros transferibles, por lo que los
objetos culturales como diversas obras pictóricas, el cáliz de la catedral de
Toledo, el manto de las 50, 000 perlas y otros objetos de valor artístico le
fueron entregados a Isidro Fabela para su custodia.
Pero del destino de ellos me ocuparé en mi próxima
entrega.
*Conocí al General Pedrajo
cuando fui a bucear a las Islas Marías y este era director del penal. Durante
mi estadía me mostró un reloj de leontina que perteneció al cargamento del
Vita.
** El último Director
de la Financiera Industrial y Agrícola lo fue don Salvador González de Alba,
quien tuvo la gentileza de mostrarme diversos documentos donde se constataba el
apoyo del gobierno mexicano a los refugiados transportados en el Vita, así como
los créditos otorgados para la creación de diversas empresas y negocios a cargo
de los refugiados españoles
Había leído otra versión del tesoro del Vita pero por supuesto está más emocionante esta historia. Estaría muy bien que se citaran fuentes.
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