Por: José Luis Alanis Boyso (1951-2019), Socio Numerario de la SOMGEM y Cronista del Municipio de Toluca.
Normalmente es en cuartito rectangular, techado con vigas recubiertas con ocojal, que es la hoja seca del pino, con una pequeña puerta de acceso de un metro de altura por cincuenta centímetros de ancho y cubierto con una cobija como cortina.
Para preparar el baño, se pone a calentar piedras durante una o dos horas hasta que quedan al rojo vivo, después se les echa una cubeta de agua fría para que hagan vapor, se coloca una tina con agua tibia y ahí se sienta la persona muy a gusto a disfrutar del baño, al cual se pueden agregar algunas plantas medicinales como la ortiga, hierba del zopilote y las varas del Pirul.
El temazcal, también se utiliza para curar los dolores del cuerpo, las reumas y sobre todo para que no le entre el frío a las mujeres que acaban de aliviarse de parto.
Déjeme que le cuente: después de cuarenta días la mamá o la suegra le ayudan a la parturienta a bañarse, la limpian con copal y algunas hiervas y al salir la cubren con cobijas, la meten a la casa y la mujer no puede salir afuera en el transcurso de quince días.
El temazcal ha sido tan importante que mucho de nuestros pueblos en el país y en nuestro Estado de México se hace referencia en sus nombres como Temascaltepec, Temascalapa y Temascalcingo.
Si es la primera vez que visitas o vives en la Ciudad de Toluca y no has ido a un temazcal, puedes encontrar estos baños de vapor en el pueblo de San Pablo Autopan, ubicado al norte de la cabecera municipal de Toluca a unos 25 min.